¿Qué es el catéter doble J y para qué se usa en la urología?
Los catéteres son instrumentos muy utilizados en la práctica médica de hoy en día y consisten en tubos alargados, generalmente de plástico flexible, que se introducen en el cuerpo. Permiten el drenaje de líquido acumulado en órganos o cavidades, el paso de medicamentos y el acceso de otros instrumentos médicos hacia el interior del cuerpo. Varían en tamaño y forma y son empleados en diferentes especialidades.
Con los avances tecnológicos son muchos los usos que se le dan a estos instrumentos. Es importante para el especialista conocer las funciones y los usos para los cuales están diseñados, métodos de colocación, complicaciones y repercusiones en la vida de los pacientes, entre otras cosas. Sobre todo, debe lograrse que los pacientes que requieran un catéter realicen una vida lo más normal posible dentro de su situación. No se debe olvidar que los catéteres, considerados por nuestro organismo como “cuerpos extraños” deben ser cambiados con cierta regularidad si se requiere su uso por un tiempo prolongado.
¿Qué es un catéter doble J?
El catéter doble J o “pigtail” es utilizado en Urología y debe su nombre a la forma de “doble jota” o “cola de cerdo” en ambos extremos del mismo. Consiste en un tubo flexible que puede medir entre veintiséis y treinta y dos centímetros de largo y aproximadamente dos milímetros de grosor. Su consistencia varía de blanda, intermedia y dura en dependencia del material con el que se ha fabricado. Están hechos principalmente de silicona, poliuretano, silitek, uroflox, entre otros materiales radiopacos para que sea posible verlos en las radiografías. A todo lo largo del catéter hay pequeños agujeros que se encargan de que el drenaje de la orina se haga de forma más efectiva. En nuestro blog de actualidad puedes leer también cómo prevenir la infección de orina.
¿Cuál es la función y para qué se usa el catéter ureteral doble J?
El catéter doble J se coloca en el uréter entre el riñón y la vejiga con el objetivo de incrementar o mejorar el flujo de orina. Está indicado en pacientes con obstrucción de las vías urinarias (ya sea por litiasis, tumores, estenosis, lesión ureteral) y en pacientes que han sido sometidos a cirugías para reconstruir la vía urinaria superior o aquellos que han tenido un trasplante de riñón. Complicaciones como cólicos nefríticos, infecciones, dolor y molestias, pueden aparecer si se emplean por más tiempo del recomendado.
Sin embargo, la complicación más grave que pueden presentar los pacientes es la calcificación, que no es más que la agregación de cristales a las paredes del catéter. Esto provoca un taponamiento leve, moderado o severo de los orificios del catéter y posteriormente dificulta el proceso de extracción del mismo. Gracias al desarrollo de técnicas endourológicas se logra fragmentar y disolver dichas calcificaciones para lograr la extracción exitosa del catéter.
¿Cómo se coloca un catéter doble J?
El catéter uretral doble J se coloca de forma endoscópica por vía uretral sin necesidad de hacer ninguna incisión. El proceso de colocación del catéter se hace en el salón quirúrgico con todo el material completamente estéril. Durante este proceso el paciente puede estar bajo anestesia local, sedación regional o anestesia general. Se coloca al paciente en decúbito supino (o sea, boca arriba) sobre la cama donde se insertará un citoscopio (es un tubo delgado que tiene una luz y una cámara en uno de sus extremos) a través del meato uretral hasta la vejiga buscando la abertura hacia el uréter.
Desde ahí pasarán un catéter guía a lo largo del uréter hasta llegar a la pelvis renal (riñón) luego de lo cual se procederá a inyectar un líquido contrastado para corroborar que está colocado correctamente utilizando una máquina de rayos X. Una vez el especialista se asegura que todo está bien, se pasará el catéter doble J enhebrado en el catéter guía y luego este último será retirado junto con el citoscopio. Aunque menos frecuente, la cateterización también se puede realizar “in situ” durante un procedimiento quirúrgico vía abierta o mínimamente invasivo (laparoscopia).
¿Cuándo se coloca un catéter doble J?
Está indicado su colocación en los casos de cálculos renales demasiado grandes para ser expulsados fisiológicamente por el organismo y en algunas enfermedades renales y/o urológicas que pueden ser congénitas o adquiridas. Algunas de ellas son el doble sistema excretor (asociado o no a litiasis) hidronefrosis unilateral, los tumores renales o abdominales que puedan comprimir extrínsecamente el uréter, así como la inflamación de los uréteres a causa de infecciones.
¿Cuánto tiempo se puede dejar un catéter doble J?
La duración de uso depende principalmente de la patología del paciente y no existe una ley que dicte el momento exacto para cambiarlo. A pesar de esto, la mayoría de los especialistas recomiendan que no se utilicen por más de 6 meses, independientemente del material del que estén hechos. El proceso de extracción es básicamente similar al de colocación y se realiza generalmente de forma ambulatoria y bajo anestesia local uretral. Se introduce el cistoscopio por la uretra hasta la vejiga y con un pinza se “atrapa” el extremo distal del catéter y se va retirando poco a poco. Este procedimiento dura solo unos minutos y no suele provocar molestias graves para el paciente.
¿Se puede trabajar con un catéter doble J?
No existe ninguna contraindicación médica para que el paciente portador de catéter doble J trabaje, siempre y cuando no sea una labor física extrema que demande un desgaste del cuerpo. Además, si los pacientes siguen las indicaciones de lo que se debe hacer luego del procedimiento conseguirán una vida laboral y personal plenas.
Qué es normal sentir con un catéter doble J: síntomas que pueden aparecer
En muchas ocasiones los pacientes pueden referir algunas molestias luego del procedimiento de inserción del catéter. Es común que se presenten alteraciones en la micción (orina), como por ejemplo un aumento del número de micciones (polaquiuria), ardor al orinar (asociado o no a infecciones), sangre en la orina (hematuria), incontinencia urinaria (pérdida de orina de forma involuntaria) y con menos frecuencia infecciones urinarias.
En los hombres puede aparecer dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) y también durante la eyaculación. Y en ambos sexos puede provocar disminución del deseo sexual. El dolor, localizado generalmente en la región lumbar (fosa renal) puede estar relacionado o no con la micción.
¿Tienes alguna duda respecto al catéter doble J? En nuestra clínica urológica en Málaga estaremos encantados de atenderte, sea cual sea tu problema. ¡Te esperamos!