Cerca del 90% de los problemas de impotencia se solucionan

Fuente: Málaga Salud.

La Clínica del Doctor Torrecillas realiza tratamientos con ondas de choque

La disfunción eréctil es una de las patologías más frecuentes en el hombre y ya en la temprana edad entre los 19 y 25 años puede llegar a un 1% de jóvenes con problemas de impotencia. Esa tasa va progresivamente en aumento y a partir de los 65 años puede llegar a ser entre el 65-70%.

La mayor parte de las veces la causa de la disfunción eréctil es orgánica ocasionada por trastornos vasculares (falta de aporte de sangre arterial o por un exceso de retorno venoso), neurológicos (por enfermedad o tras una operación de próstata) o metabólicos (fundamentalmente la diabetes). Aún así, en la disfunción eréctil influye muchísimo el aumento del colesterol y el tabaquismo.

“Se dice que la disfunción eréctil es un síntoma centinela porque en muchos pacientes es capaz de ponernos sobre la pista de que detrás de esa disfunción eréctil se está generando un problema mayor como puede ser un infarto o una angina de pecho”, explica el especialista en Urología, el doctor Pedro Torrecillas.

Además, hay que tener en cuenta que todas las enfermedades que afectan a la esfera sexual del varón y que tienen un origen en principio físico u orgánico, acaban teniendo un componente psicológico muy importante.

“En nuestro centro realizamos un tratamiento integral de las disfunciones eréctiles realizando primero un estudio básico con una analítica de sangre y una ecografía, así como eco-doppler del pene para diagnosticar el origen de la enfermedad”, detalla.

El equipo del doctor Torrecillas está integrado por urólogos, sexólogos, psicólogos y especialistas de suelo pélvico porque en ocasiones una alteración en la musculatura del suelo pélvico es capaz de provocar problemas en la función sexual. Además, cuenta con un médico colaborador, el doctor Adolfo Jiménez Garrido, que realiza el tratamiento con ondas de choque para estimular la producción de nuevos vasos sanguíneos. Al mismo tiempo el paciente recibe una medicación de comprimidos para ayudarle a una más rápida recuperación de su función sexual.

Dicho tratamiento consta de seis sesiones, en el que las tres primeras deben tener una separación entre cada una de una semana, mientras que las tres restantes deben tener un espacio de dos semanas. Sin embargo, el doctor Torrecillas insiste en que durante todo el tratamiento el paciente puede llevar una vida sexual normal y, de hecho, desde el primer momento puede empezar a notar mejoría llegando incluso a tener erecciones matutinas.

Aproximadamente en un 85-90% de los pacientes este problema se soluciona, pero aún queda un pequeño porcentaje en el que es necesario realizar un tratamiento quirúrgico con el implante de una prótesis. Los diabéticos muy avanzados o mal controlados son más tendentes a tener problemas con la terapia con ondas de choque.

Prótesis indetectables

Las actuales prótesis de pene son excelentemente toleradas por los pacientes y les permiten poder llevar una vida sexual como cuando tenían 20 años. “Hay diferentes tipos de prótesis en los que nosotros somos partidarios de colocar una u otra en función, no sólo del aspecto económico sino también de la vida sexual del paciente. Si tiene relaciones solo con su pareja o si tiene una vida más promiscua”, continúa el doctor Torrecillas. En este último caso se puede colocar una prótesis que no lleva ningún reservorio y que ninguna mujer detecta que tenga algo implantado. Las prótesis de pene están entre las mejor toleradas por los pacientes al nivel de las prótesis de mama en la mujer e incluso mejor que las prótesis de cadera o rodilla que muchos pacientes necesitan.

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Prensa y Comunicación
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