ETS en hombres

El tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual es una de nuestras principales especialidades. Múltiples hombres, de cualquier edad, llegan con enormes dudas sobre si tienen alguna enfermedad, si son contagiosas y qué solución pueden tener.

Aunque realmente no sea conocido, la mayoría de las ETS son exactamente iguales en hombre y mujeres, lo que difiere es la gravedad y el tiempo de tratamiento.

¿Qué es una ETS en hombres?

Las ETS son enfermedades infecciosas de distinto tipo que se transmiten mediante el contacto sexual.  La causa de estas enfermedades puede ser de origen bacteriano, vírico, fúngico o parasitario, dando existencia a un gran número de estas.

Aunque la mayoría de ellas pueden padecerlas tanto hombres como mujeres, no siempre se manifiestan con la misma gravedad entre ambos.

En los hombres, las ETS son tratadas principalmente por el urólogo, aunque también podrían contribuir especialistas como dermatólogos o internistas.

Enfermedades ETS:
síntomas hombres

Aunque cada ETS tiene unos síntomas característicos, existen manifestaciones a las que deberíamos prestar especial atención y consultar al médico si las presentásemos, ya que son bastante comunes en estas enfermedades. Estas son: 

  • Secreción anormal del pene, con presencia de sangre o no.
  • Picor o irritación del pene.
  • Micción dolorosa.
  • Aparición de afectaciones ulcerosas: verrugas, chancros, llagas o relieves cutáneos anormales.

¿Cómo se detectan las enfermedades
de transmisión sexual?

Ante una sospecha clínica de ETS como los síntomas expuestos anteriormente y una historia correspondiente con prácticas sexuales de riesgo, el médico debe solicitar pruebas específicas para la detección de este tipo de enfermedades. Estas se denominan pruebas diagnósticas, y se pueden realizar por varios métodos:

  • Análisis de sangre: sirven para diagnosticar el VIH (SIDA) y sífilis.
  • Muestras de orina: es un método sencillo y no invasivo.
  • Muestra de líquidos: si hay presencia de afectación cutánea en genitales podemos extraer el líquido que se desprende y analizarlo. Es el caso de una llaga o ampolla genital.

También existen las técnicas de detección, destinadas para personas carentes de sintomatología, pero que han tenido prácticas sexuales de riesgo, o bien cuando simplemente buscamos detectar enfermedades de forma precoz. Se realizan de igual forma, y la más común es la prueba de sangre o saliva para detectar el VIH, ya que la enfermedad que produce es grave y bastante común. Generalmente estas pruebas, además de ser indoloras, son bastante rápidas. El resultado puede obtenerse en apenas 20 minutos. Es por ello que si sospechamos de tener una ETS no debemos dudar en acudir a nuestro médico; el proceso será fácil y ameno.


Factores de riesgo y
prevención en las ETS

Seguramente, conocer correctamente los factores de riesgo y las medidas de prevención es el punto más importante para evitar las ETS. Como dice el refrán: “Es mejor prevenir que curar”.  

Algunas de las actitudes que suponen una práctica sexual de riesgo a la hora de contraer o transmitir ETS son:

  • Mantener sexo de tipo oral, anal o vaginal sin uso de preservativo. Es la más importante y común.
  • Desconocer a la pareja sexual y su actividad sexual normal, así como su estado de salud.
  • Mantener relaciones con más de una persona, ya que podríamos estar siendo el medio de transporte de las infecciones de una persona a otra.
  • Falta de higiene genital, tanto de la nuestra propia como la de nuestra pareja.
  • Otras enfermedades como el SIDA pueden transmitirse por otros medios diferentes al contacto sexual. Es el caso de los drogadictos que comparten jeringas o utensilios para administrarse la droga, ya que pueden estar poniendo en contacto la sangre de uno con la del otro.

 

ETS en hombres: Actitudes
preventivas

De esta forma existen actitudes preventivas que consisten en evitar precisamente estos factores de riesgo, como podrían ser:

  • Posiblemente la más importante sea el uso de preservativo en todos los casos. Esto reducirá casi al completo las probabilidades de contagio.
  • Es recomendable mantener relaciones sexuales solo con una persona (conocida). En caso contrario, siempre debemos conocer la actividad sexual habitual y el estado de salud de la otra persona.
  • El uso de lubricantes reduce la posibilidad de que se rompa el condón, sobre todo los lubricantes con base de agua.
  • Mantener una higiene genital es muy importante. 
  • Visitar al médico si experimentamos algún síntoma, y abstenerse de mantener relaciones hasta obtener una respuesta profesional.
  • Existen vacunas como las del Virus del Papiloma Humano (VPH), aunque su efectividad no es del 100%.

ETS transmisibles
a los bebés

Debido a que muchas de las ETS pueden transmitirse a través de la sangre, una embarazada podrían contagiar al feto a través de la placenta, o incluso en cuando el bebé pasa por el canal del parto. También es posible el contagio en la lactancia, aunque es el caso de pocas ETS (por ejemplo, el SIDA). Es por ello que las mujeres en estado de gestación que mantengan relaciones sexuales deben extremar las precauciones y evitar completamente las prácticas sexuales de riesgo. Al principio del embarazo siempre se realiza un estudio completo de ETS en embarazadas, para descartar posibles infecciones previas.

Otro peligro de tener una ETS durante el embarazo es la limitación de su tratamiento, ya que el uso de ciertos antibióticos puede dañar al feto en su crecimiento. Es cierto que existen antibióticos alternativos que son de uso seguro en la gestación.

ETS y los bebés

SIDA:

El VIH es capaz de atravesar la placenta e infectar al feto, causándole la ETS más letal que existe. También se puede transmitir por la leche materna.

Sífilis:

También atraviesa la placenta. Pueden provocar abortos naturales o nacimiento del niño sin vida.

Gonorrea
y clamidia:

Son de origen bacteriano y pueden contagiarse en el momento del parto. Pueden causar al bebé infecciones oculares y pulmonía.

Herpes genital y hepatitis B:

Son de origen vírico y también se transmiten a través del canal del parto.

¿Cuáles son las enfermedades de transmisión
sexual que no tienen cura?

Las ETS que se definen como incurables son aquellas causadas por virus. Las más comunes son el SIDAherpes genitalVPH y la hepatitis B. Destacamos que, aunque no tengan cura, sí son tratables; es decir, podemos retrasar el desarrollo de la enfermedad y frenar los síntomas con el uso de medicamentos antivirales, así como conseguir que los enfermos no transmitan la enfermedad a las personas con las que mantienen relaciones sexuales.

En cambio, aquellas ETS de origen bacteriano suelen ser curables debido al gran espectro de antibióticos que posee la medicina, aunque siempre pueden complicarse en personas inmunodeprimidas o con infecciones reincidentes.

 

Las 5 ETS más comunes en hombres y su tratamiento

Podríamos enumerar todas las enfermedades de transmisión sexual masculinas que existen, pero vamos a mostrarte las 5 ETS más comunes en hombres, de manera que sepas si tienen o no tratamiento. Todas estas patologías se contagian durante un acto sexual, ya sea oral, vaginal o anal. Por ello, las revisiones médicas juegan un papel muy importante para su prevención o diagnóstico precoz.

Hay muchos hombres a los que no les gusta hablar de los asuntos relacionados con las enfermedades ETS y les parecen un tema tabú. Lo que no saben es que existen infecciones de ETS que no presentan ningún tipo de síntoma, y pasado cierto tiempo sin combatirlas, pasan a ser irreversibles.

Las enfermedades de transmisión sexual en hombres han existido a lo largo de toda la historia, siendo letales en la antigüedad por falta de tratamientos con los que acabar con ellas. En la actualidad siguen estando presentes en la sociedad por no tomar las precauciones necesarias para evitar el contagio, causa por la que se recomienda el uso de medios como los preservativos de comienzo a fin de una relación sexual.

Virus del Papiloma Humano (VPH)

El virus del Papiloma Humano o VPH es la enfermedad de transmisión sexual masculina más común debido a su facilidad de contagio. Apenas el contacto con las verrugas que produce esta enfermedad es suficiente. Su peligro reside en la posibilidad de desarrollar un cáncer a partir de la infección por este virus, si bien este hecho no es algo muy común y además lo es bastante menos en los hombres. No existe una cura para esta enfermedad, aunque podemos tratar sus síntomas (como las verrugas genitales) e intentar reducirlos. También existe la vacuna para VPH.

Clamidia

La Clamidia es la ETS de origen bacteriano más frecuente. En los hombres se desarrolla con ardor al orinar, secreción del pene y posible inflamación testicular. Apenas tiene complicaciones en hombres, y su tratamiento es mediante antibióticos.

Sífilis

La enfermedad de la Sífilis es de origen bacteriano, y se transmite a través del contacto con las llagas sifílicas. Su tratamiento es con antibióticos, y es importante que se haga de forma precoz. Aunque no es difícil de curar, esta enfermedad puede tener graves complicaciones si no se trata.

Gonorrea

Los síntomas de la Gonorrea son similares a los de la clamidia, y también se trata con antibióticos. Es una enfermedad curable, aunque no podrán revertirse las lesiones ya causadas.

Herpes genital

La última de las enfermedades de transmisión sexual masculina más destacadas es el Herpes genital. Su transmisión es igual que en el VPH, y como este, tampoco tendrá una cura. Podemos usar medicamentos para tratar de disminuir los brotes, así como la capacidad de transmisión de la enfermedad.

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