La criocirugía tiene la máxima garantía de éxito en nuestras manos

El doctor Torrecillas lleva dos décadas tratando el cáncer de próstata con crioterapia

Comenzó en el año 95 a trabajar en la criocirugía y desde entonces no ha dejado de hacerlo, maravillado por los enormes beneficios que ofrece para los pacientes con cáncer de próstata. Para el doctor Pedro Torrecillas, urólogo de reconocido prestigio, “esta técnica, en nuestras manos tiene las máximas posibilidades de éxito”.

La criocirugía se vale en la actualidad de la biopsia por fusión de imagen para llevar a cabo un tratamiento focal del cáncer. El futuro está en esta forma de biopsiar pues permite examinar la zona realmente sospechosa de padecer un cáncer de próstata para así poder realizar un tratamiento focal del mismo.

Tradicionalmente las biopsias se realizan pinchando entre 18 y 30 veces al paciente, con los riesgos de infección que eso conlleva, y si los resultados son negativos pero el PSA (marcador tumoral para el cáncer de próstata) sigue alto, es necesario volver a hacer una biopsia por saturación en el que hay que pinchar unas veces más al paciente hasta 50 veces.

Con la biopsia por fusión de imagen es posible tratar el foco del cáncer sin tener que extirpar toda la próstata (como ocurre en el caso de pasar por una cirugía) y ello conlleva que la sexualidad del hombre no se vea mermada.

El paciente debe realizarse una resonancia magnética multiparamétrica con un contraste que solamente es captado por las células tumorales y con esta información el equipo del doctor Torrecillas realiza una ecografía al paciente al mismo tiempo que visualiza la resonancia. “Cuando la imagen de la resonancia coincide con la imagen que tenemos en el ecógrafo nos está indicando el punto exacto en el que tenemos que pinchar”, explica el doctor Torrecillas.

Este paso previo permite que el tratamiento con criocirugía se apoye en una imagen clara y focalizada de dónde tiene que actuar. “La criocirugía es la destrucción in situ de los tejidos neoplásicos con la reabsorción de las áreas necrotizadas”, detalla el especialista quien recuerda que fueron los primeros en todo el mundo en realizar criocirugía para el tratamiento del cáncer de próstata.

En definitiva, la crioterapia consiste en someter a las células tumorales a una temperatura de -40º C para matar a dichas células. Este proceso se hace en dos ciclos y entre uno y otro hay que dejar tiempo, unos quince minutos, para que las bolas de hielo creadas en los focos del cáncer se descongelen. Una vez descongeladas el tejido necrótico será reabsorbido por nuestro propio organismo, eliminando así de forma completa el cáncer. El tratamiento con criocirugía dura entre 1,5 y 2 horas y el paciente solo debe permanecer ingresado una noche.

Curación del 80%

Los estudios publicados reflejan que la crioterapia cura al 80% de los pacientes. La mayoría de los estudios han reflejado que muchos otros pacientes experimentan un descenso significativo en el antígeno prostático sin encontrarse cáncer en la próstata al repetir las biopsias.

“La criocirugía puede ser curativa cuando cogemos el tumor como tumor primario, y cuando técnicas como la radioterapia o la cirugía han fracasado, la criocirugía se utiliza como técnica de rescate y también ofrece excelentes resultados”. De hecho, la criocirugía es un tratamiento eficaz de rescate cuando la radioterapia fracasa, hecho que se ha dado en un 30% de los pacientes sometidos a radioterapia. Para el doctor Pedro Torrecillas, la crioterapia tiene mejores ventajas sobre las otras técnicas de tratamiento del cáncer pues además permite tratar el tumor tanto si está encapsulado en un punto, como si se ha extendido por fuera de la cápsula de la próstata.

Autor:

Prensa y Comunicación
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