Aumentan las falsificaciones del Láser Erbio de Fotona para uso ginecológico

Fuente: Málaga Salud.

El doctor Pedro Torrecillas alerta de las consecuencias de no contar con un láser homologado

El interés en los últimos años por la estética ginecológica ha provocado la proliferación de toda una serie de láseres no homologados de fabricación china y europea que puede provocar graves problemas en las mujeres que inician un tratamiento. El doctor Pedro Torrecillas asegura que su clínica cuenta con el único láser que está homologado por las autoridades sanitarias europeas y americanas para poder trabajar con él dentro de la vagina.

“Si no conduces un coche homologado, no habitas una casa sin la acreditación adecuada de habitabilidad, no ingieres productos de dudoso origen… ¿te comprarías un láser que no tuviese la acreditación oficial para los tratamientos vaginales? ¿No preguntarías si esa pieza ginecológica está acreditada para la realización de tratamientos tan específicos?”, se pregunta el doctor Torrecillas. Para él los especialistas deben prestar especial atención a este tipo de falsificaciones porque puede provocar incluso quemaduras vaginales.

El láser de CO2 quema

Según explica el especialista uroginecológico en 2010 apareció el primer láser erbio de Fotona y uno de CO2 que trabaja con más profundidad y que quema los tejidos. Desde ese año el número de láseres ha ido aumentando de forma progresiva y ya en 2016 existían 6 láseres erbio de Fotona y más de 30 de CO2.

“El mecanismo de acción de los láseres de CO2 es el calor en el tejido vaginal llegando a carbonizar, mientras que el láser de erbio de Fotona calienta y coagula el tejido, pero no carboniza. Las complicaciones pueden llegar a ser tremendas”, afirma el doctor Torrecillas.

Estas falsificaciones llegan al punto de copiar no solo el instrumental del láser o la propia carcasa sino también sus presentaciones y publicidad.

Por otra parte, el doctor Torrecillas, en su apuesta por mantenerse a la cabeza de la innovación, cuenta en su clínica con el primer terminal transuretral para tratar aquellas incontinencias que son más rebeldes al tratamiento “y estamos comprobando que el tratamiento de esta forma es cada vez más efectivo”.

Así, están llevando a cabo un estudio de incontinencia en hombres que están operados de próstata bien después de una hiperplasia o después de un cáncer de próstata para conocer en profundidad los resultados obtenidos con dicho terminal transuretral.

La hiperplasia benigna de próstata es un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática cuya prevalencia aumenta progresivamente con la edad. De hecho, menos del 10% de los hombres de 30 años tiene agrandamiento de la próstata. A los 40 años, el hombre experimenta un segundo agrandamiento.

Pero, además, desde la clínica del doctor Torrecillas están tratando patologías para mejorar la calidad de la vida sexual de la mujer en pacientes con atrofia vaginal por menopausia o tras haber sufrido un cáncer. Pero también este tipo de láser puede mejorar el canal vaginal a aquellas mujeres que han pasado por un parto distócico, con episiotomía. “Con este láser conseguimos que aquellas mujeres que tienen el canal vaginal cerrado y que no pueden tener relaciones porque son dolorosas o molestas puedan recuperar su vida sexual”, añade el especialista que además asegura que este láser es el único que garantiza limpiar la cicatriz y curar a las pacientes sin fibrosis.

Un estudio revela que más de 20.000 hombres sufrirán hiperplasia de próstata

Un estudio realizado por el Centro Internacional de Criocirugía y Criomedicina, con sede en Málaga, revela que el 50% de los hombres mayores de 60 años sufrirán hiperplasia benigna de próstata, es decir, infamación o aumento del tamaño de la misma, algo que afecta en la provincia a más de 22.000 hombres.

La hiperplasia benigna de próstata es un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática cuya prevalencia aumenta progresivamente con la edad. De hecho, menos del 10% de los hombres de 30 años tiene agrandamiento de la próstata. A los 40 años, el hombre experimenta un segundo agrandamiento. Según indicó el centro a través de un comunicado, la mitad de los hombres tiene un agrandamiento de próstata a los 60 años y a los 85, el 90% de los casos sufre un agrandamiento de próstata.

El director médico del Centro Internacional de Criocirugía, Pedro Torrecillas, manifestó que son conscientes de que esta patología es inherente al desarrollo de la edad del hombre, y de ahí que desde este centro se haya desarrollado una metodología que permite actuar directamente en la próstata sin necesidad de intervenciones invasivas de cirugía.

Este nuevo método, dentro del campo de la criocirugía y criomedicina, permite graduar la intensidad media específica a través de la técnica de congelación para tratar hiperplasias benignas de próstata, incluso muy grandes, en pacientes que por una u otra circunstancia no quieren o no pueden ser intervenidos por otro sistema quirúrgico o láser, indicó.

“A través de la criocirugía se ha conseguido en el tratamiento de hiperplasias benignas de próstata un 98% de éxito en las intervenciones”, sostuvo el doctor Torrecillas, quien agregó que con esta técnica la recuperación “es mucho más rápida que en una intervención convencional en el quirófano”. Los pacientes, dijo el doctor, “recuperan en muy pocos días su actividad cotidiana con total normalidad, incluidas las funciones sexuales”.

Mantener la vida sexual

La técnica es muy aconsejable en pacientes con problemas severos cardiorespiratorios, próstatas que por su tamaño no pueden ser operadas con láser o Resección Transuretral normal, o bien pacientes que no quieren renunciar a una vida sexual completa.

Esta criocirugía, que alcanza temperaturas algo inferiores a las de la criocirugía oncológica, se puede realizar con anestesia local o con sedación; se realizan en hospital de día o en la propia consulta del urólogo, “precisa llevar sonda después del tratamiento durante unos días y la característica más importante es que la función sexual se conserva plenamente, ya que el paciente no pierde la capacidad de erección ni la de eyaculación”.

Es también idónea en el tratamiento de los fibromas y quistes mamarios, que se realizan mediante control de la ecografía. Ambas pruebas se pueden realizar en la propia consulta del médico y, tras localizar el o los quistes mamarios, se punciona con una aguja muy fina y se congelan, reabsorbiéndose totalmente en unas semanas, puntualizó.

El procedimiento es indoloro, ya que se puede realizar con anestesia local o con sedación, no deja cicatrices, al ser la aguja muy fina, ni marcas o deformaciones en la piel. Además, si se repiten los fibroadenomas, se puede repetir el tratamiento porque no deja cicatrices.

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Prensa y Comunicación
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