Fuente: Málaga Salud.
El Plasma Rico en Plaquetas se utiliza como tratamiento complementario al láser y la radiofrecuencia
La llegada de la menopausia para la mayoría de mujeres suponen una serie de cambios a nivel hormonal y físico que deben ser sobrellevados de la mejor manera posible. Sin embargo, existe una patología dentro del campo de la salud íntima que afecta a las mujeres que se encuentran en plena menopausia.
El síndrome genitoruinario de la menopausia, antes conocido como atrofia vaginal, aglutina todos aquellos síntomas que afectan la salud vulvo vaginal y uretral de la mujer después de la menopausia. Este síndrome suele traer consigo pérdidas de orina debido a la ausencia de colágeno y la atrofia vaginal originada por la pérdida de estrógenos.
“Hasta hace muy poco era muy difícil tratar todos estos síntomas y se solía recurrir a cremas y lubricantes utilizados en el momento del coito”, explica el urólogo y especialista en salud íntima de la mujer, el doctor Pedro Torrecillas. Sin embargo, en la actualidad el panorama en bien distinto porque desde la clínica del doctor Torrecillas se aborda este problema desde diferentes aspectos.
Por un lado, con un tratamiento de láser que consigue regenerar la mucosa en superficie y el colágeno vaginal, y por otro, con la utilización de la radiofrecuencia con la se consigue recuperar las capas más profundas de la mucosa y regenerar la musculatura de la vagina y del suelo pélvico.
A este completo tratamiento hay que añadir que desde hace tres meses el especialista está aplicando a sus pacientes el Plasma Rico en Plaquetas (PRP). “El PRP es utilizado ampliamente en el campo de la traumatología, la medicina estética o en el cuero cabelludo, pero nosotros utilizamos el PRP en la vulva para conseguir un rejuvenecimiento y recuperación del trofismo vulvo vaginal”, explica el doctor Torrecillas.
El PRP se aplica extrayendo primero sangre a la paciente, ésta se centrifuga para separar todos los componentes de la sangre y utilizar solamente la parte que queda más alta y es más clara, que es el de las plaquetas. Este PRP se aplica directamente en la vulva y vagina.
“Cuando le extraemos sangre a la paciente realizamos un control del número de plaquetas y después del tratamiento volvemos a comprobar el número de plaquetas que se han recuperado”, añade el especialista.
Asimismo, la clínica del doctor Torrecillas cuenta con un equipo especial denominado Corneometer que permite comprobar el estado inicial y final de la piel en donde se realiza un tratamiento. Mide la elasticidad de la piel, el Ph, su hidratación, la pérdida transdérmica de agua o la grasa. No sólo para los tratamientos con PRP sino para cualquier tratamiento con láser. “Con este nuevo equipo se ven de forma inmediata los buenos resultados que tienen nuestras técnicas en la salud íntima de la mujer”.