Fuente: Málaga Salud.
La Clínica del doctor Pedro Torrecillas cuenta con la máxima tecnología para tratar la patología ginecológica
La FotoBiomodulación ha entrado a formar parte de las técnicas que el doctor Pedro Torrecillas aplica en su clínica para el tratamiento ginecoestético de la mujer. Un concepto innovador basado en la estimulación a través de la energía de la luz de una enzima que permite estimular su actividad.
Las consecuencias de esta estimulación fisiológica son múltiples y están relacionadas con la inflamación, el dolor o la cicatrización. De esta forma, los tratamientos por LED y láser blando pueden, sin provocar ningún daño térmico, activar los mecanismos de reparación y cicatrización.
La clínica del doctor Torrecillas cuenta con esta tecnología de la mano de Milta-Gyneco, un equipo láser de última generación. Sus aplicaciones en la salud de la mujer son múltiples y muy beneficiosos, actuando sobre la troficidad vaginal (rejuvenecimiento vulvo vaginal, hidratación, microcirculación), reduciendo la inflamación por vulvitis, vaginitis o vaginosis; mejorando la cicatrización tras una episiotomía o tras un postoperatorio y aliviando el dolor.
Asimismo, permite tratar la sequedad e incomodidad vaginal al mantener relaciones sexuales que resultan dolorosos e incluso imposibles de mantener y optimiza los resultados de los tratamientos por láser térmicos, radiofrecuencia o por inyecciones de ácido hialurónico.
Con la FotoBiomodulación se consigue una reducción de la producción de citoquinas pro inflamatorias, disminuye la producción de factores algógenos, aumenta la producción de procolágeno y de colágeno, aumenta la microcirculación y aumenta la troficidad de los tejidos musculares subcutáneos y submucosos.
Estudio sobre incontinencia
Para el doctor Torrecillas es muy importante el avance que se está llevando a cabo para el tratamiento ginecológico en la mujer, más aún cuando el British Journal of Urology International ha publicado una investigación que concluye que las mujeres con incontinencia urinaria a menudo tienen otras enfermedades crónicas, un hallazgo que tiene implicaciones importantes para la prevención y el tratamiento.
En un análisis de los datos de las Encuestas Nacionales de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos de 2005-06 a 2011-12 sobre 3.800 mujeres con incontinencia urinaria, solo el 11% de las mujeres no tenía otras enfermedades crónicas.
Surgieron cuatro patrones de enfermedades crónicas con diferencias según el tipo y la gravedad de la incontinencia urinaria. Dentro de tres de los cuatro grupos, las enfermedades crónicas más prevalentes relacionadas con el aumento del riesgo cardiovascular, como la hipertensión y la hipercolesterolemia, se asociaron a un aumento del riesgo de incontinencia urinaria. Además, la enfermedad pulmonar, específicamente el asma, afectó a todas las mujeres en un solo grupo.
“Nuestros datos proporcionan nuevas pruebas de la relación entre las enfermedades médicas crónicas y la carga de incontinencia urinaria en las mujeres. Específicamente, la identificación de las mujeres con una baja carga de incontinencia y enfermedades modificables, como la hipertensión, el colesterol alto y el asma, podría informar los esfuerzos futuros de prevención y tratamiento”, señalaba Alayne Markland, principal autora de la Universidad de Alabama en Birmingham, Estados Unidos.